jueves, 25 de abril de 2013

Exposición#6 Los movimientos nacionalistas y los procesos de unificación en Italia y Alemania.


La unificación italiana

Un mosaico de Estados y una lengua común
Desde la desintegración del imperio romano, la península Italiana había permanecido dividida en diversos Estados. En el siglo XIX algunas zonas de Italia estaban incluso bajo la dominación extranjera.
La existencia de una lengua común era la base de las peticiones de unidad. En todas las revoluciones de la primera mitad del siglo XIX se produjeron revueltas nacionalistas, pero no tuvieron éxito.
Finalmente, la iniciativa de la unificación partió del reino de Piamonte, en especial de su primer ministro Cavour, que logró que el emperador francés Napoleón III apoyara las demandas italianas.
El proceso de unificación
El proceso de unificación de Italia fue de carácter militar. En 1859 la armada franco-piamontesa derrotó en Magenta y Solferino a los austriacos, que cedieron Lombardía a Piamonte.
Una vez alcanzada la paz en el norte, el republicano Garibaldi, encabezando un ejército de voluntarios, los «camisas rojas», conquistó los Estados del sur. Entonces las tropas de Piamonte ocuparon la Italia central para impedir que Garibaldi entrara en Roma.
En 1861 se proclamó el reino de Italia, cuyo primer rey fue Víctor Manuel II, rey de Piamonte. Solo Venecia y los Estados Pontificios quedaban fuera del reino, al que se incorporaron en 1866 y 1870, respectivamente.

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